María I de Escocia, conocida como María Estuardo, nació en 1542 y su vida fue complicada desde que vino al mundo, acabando su existencia de manera trágica con su decapitación en el año 1587, a manos de su prima Isabel I de Inglaterra hija de Enrique VIII .
Casada tres veces, acusada del asesinato de su segundo marido y envuelta en un contexto político – religioso que la haría estar encerrada casi la mitad de su vida en diferentes ocasiones, cuenta con una biografía sumamente interesante, marcada por las intrigas palaciegas, triángulos amorosos, luchas de poder y un largo etc.
Como hemos dicho al principio, María Estuardo nació en el año 1542 en el Reino de Escocia, concretamente en el Palacio de Linlithgow, siendo hija de Jacobo V de Escocia y María de Guisa princesa de Francia.
María de Guisa, quedaría viuda tan solo seis días después de dar a luz, y por ende, María quedó huérfana de padre y heredera de su trono.
La muerte de Jacobo V se debió a una disentería y apenas contaba con 30 años de edad cuando esto sucedió.
María se convertirá entonces en una de las reinas más jóvenes de la historia, heredando el trono con tan solo seis días de edad.
Debido a su minoría de edad se proclama como regente a James Hamilton, Conde de Arán, un noble protestante y enemigo de la reina, que sin embargo se convierte al catolicismo traspasando en 1554 a María de Guisa el poder y la regencia del trono, a cambio de unos favores que la reina le prometió y que nunca cumpliría.
Durante esa época, Escocia vivía en conflicto con Inglaterra, por la que se sentía continuamente amenazada.
Enrique VIII ansiaba el trono vecino desde hacía mucho tiempo y no cesaría en su empeño de conquistarlo.
La cosa se agravó cuando Enrique VIII quiso pactar el matrimonio de María Estuardo con su hijo Eduardo, fruto del matrimonio con su tercera esposa Jane Seymour, queriendo asegurar así la unión de ambos reinos.
Se firman los tratados de Greenwich en 1543 en los que se acordaba la boda para el 1552, pero meses después, María de Guisa se retracta y decide que deben coronar a su pequeña como reina de Escocia.
Merece una pequeña mención la coronación, que se produjo cuando, la aún princesa, contaba con nueve meses en el castillo de Stirling en su Escocia natal; se la vistió con gruesos trajes y pieles tan pesadas que no la dejaban moverse, se la colocó en el trono, y tuvo que ser sujetada inmediatamente pues no se sostenía en él. Cuando se leyó el Juramento a la Corona, tuvieron que contestar por ella. Se dice que al darle el cetro lo agarró fuertemente. Luego le pusieron la corona, y todos le juraron lealtad.
Pero el poderoso reino vecino, que quería el trono y a María para su heredero, no iba a parar de atacar al reino escocés. Por todo ello, María de Guisa decide pedir ayuda al enemigo histórico número uno de Inglaterra: Francia (que ya había sido su aliado años atrás en vida de Jacobo V, que se había casado precisamente con María de Guisa por razones obvias de estado).
Enrique II de Francia ayudaría a María de Guisa, pero a cambio pedía desposar a su hijo el delfín Francisco con la hija heredera de María.
Se llegó a un acuerdo y se pactó el matrimonio, así que María Estuardo, en 1548, con seis años de edad es trasladada a la corte francesa, donde sería educada bajo sus normas. Allí viviría más de diez años y nunca más volvería a ver a su madre.
Pasa unos años felices y en 1558 por fin se celebra la boda entre el delfín francés y María. Tan solo un año después de su matrimonio, Enrique II muere y Francisco sube al trono, Francisco II y María Estuardo se convierten en reyes de Francia con tan solo 16 años. Poco más duró el reinado y el matrimonio, Francisco II que era de naturaleza enfermiza muere en 1560, meses antes también había muerto María de Guisa, a la que los nobles habían despojado de su poder.
María Estuardo podía quedarse en Francia y llevar una vida tranquila, pero decide marcharse a Escocia para luchar por el trono que le pertenece por herencia.
Su país, al que vuelve con tan solo 18 años, se encuentra en un momento de gran agitación, los problemas políticos se suman a los religiosos.
Se mantienen disputas entre las dos grandes religiones: católicos y protestantes, a ésto se sumaban los problemas con Inglaterra, de la Escocia seguía teniendo por mayor enemigo.
A la llegada de María a Escocia, el trono de Inglaterra estaba ocupado por Isabel I, hija de Enrique VIII y Ana Bolena (Eduardo había fallecido), ésta defendía a ultranza la causa protestante, apoyada por una mayoría, pero con muchos detractores, que veían en María Estuardo, con derechos sobre el trono de Inglaterra, una alternativa y el último cartucho para regresar a una Inglaterra católica. Por ésto, la reina Isabel, nunca tuvo una relación demasiado estrecha con su prima, que la veía como un fuerte rival.
Por otra parte, el hermano de María, Jacobo (era hijo ilegítimo de su padres, por tanto hermanastro), también defendía la causa protestante
El reinado sería difícil, una vez recuperado su trono, es asesorada por un consejo privado para la mayoría de los asuntos, aunque para los temas políticos tenía a su hermano como principal ejecutor.
María era una princesa que encandilaba a su pueblo, era afable, muy alegre, gustaba de la caza, y sobre todo del baile, era muy moderna para su tiempo y había heredado costumbres francesas, que eran mal vistas por los nobles protestantes.
Paradójicamente, María, a pesar de ser católica no parecía tener ningún tipo de animadversión contra los protestantes. Incluso se enfrentó a un noble católico, el Conde de Huntly por haber su hijo insultado a la reina durante un viaje, despojándole de uno de sus títulos, el de Conde de Moray que le dio a su hermano Jacobo.
La reina llevaba años viuda, entre sus planes figuraba el casarse con el hijo de Felipe II, el infante Don Carlos, y comenzó negociaciones para que ésto pudiera llevarse a cabo. Sin embargo, el rey de España, no confiaba en su hijo como sucesor, y temía además, provocar un enfrentamiento con Inglaterra, así que le negó la petición.
Años después se arrepentiría, y salvar a la reina de Escocia de su cautiverio en Inglaterra, se presentaría como uno de sus objetivos, viendo a Isabel como una enemiga del catolicismo (recordamos que a la muerte de María Estuardo, Felipe II manda una flota a Inglaterra con el fin de acabar con la Isabel I, la muy conocida Armada Invencible, desarrollando una batalla con trágico final para las tropas hispánicas)
En 1564, la reina decide casarse en segundas nupcias con su primo hermano Enrique Estuardo, Conde de Albano, más conocido como Lord Darnley, principal defensor de la causa católica en Escocia.
Este matrimonio es mal visto por los que luchaban por la causa protestante y se origina un levantamiento, sin embargo María logra vencerlos y los envía a la vecina Inglaterra.
Cuando parecía que todo iba bien, empezaron los problemas con su marido, pues quería que la reina le otorgase todo poder político algo que ella no tenía intención de hacer, además, la reina no quería negociar con ningún lord protestante, ni con su propio hermano, y mete en la corte a David Rizzio, un músico católico que convirtió en su secretario personal.
Hasta tal punto llegó el odio en la Corte hacia Rizzio que un grupo de nobles, lo asesina en palacio (palacio de Holyrood, donde también había contraído matrimonio con su actual marido) en presencia de la reina. Entre esos nobles estaba el propio rey, ya que sospechaba que el músico y su esposa eran amantes. Además retuvieron a la reina y querían tomar el trono en nombre de su marido.
Lord Darnley y María habían tenido un hijo, Jacobo, por lo que a pesar de las desavenencias, no se podían divorciar ya que entonces el niño perdería el derecho a la corona. Sin embargo, Lord Darnley no cesaba en su empeño de conspirar contra una reina que le molestaba para sus ambiciosos planes.
Pero ella fue más lista logró deshacerse de sus captores fingiendo reconciliarse con su marido y ayudad por sus fieles seguidores huye hacia un castillo.
La madrugada de 15 de mayo de 1567, se produciría un hecho clave para la evolución de la corona de Escocia.
Una terrible explosión se produce en la mansión donde vive Lord Darnley, que se dice se escuchó en todo Edimburgo. El cadáver del rey quedó tendido en el suelo del jardín (presumiblemente ahorcado y no a causa de la explosión), la reina había enviudado.
Las causas son confusas. Se dice que fue una conspiración encabezada por Bothwell, gran amigo de la reina, pero nunca se supo si María estaba detrás de ella.
La muerte del rey cambió el panorama político, los lores protestantes volvían a asumir poderes apoyados por Jacobo, ahora Conde de Moray.
Poco tiempo después, Bothwell, y según la soberana, la secuestra durante un viaje y la fuerza, por lo que deben casarse para salvar su honor, que se dice en realidad el matrimonio estaba pactado por la reina, poniendo como excusa ese secuestro y violación para casarse sin que nadie le reprochase su decisión. Pero los lores no aceptaban a ese hombre como rey.
Estos últimos acontecimientos, son el principio del fin para la reina.
Se inicia una batalla llamada de Carberry Hill, en la que la Estuardo sale perdedora.
Bothwell huye del país, y ella sigue en el trono pero prácticamente esclava de los nobles protestantes.
Pero la reina ya se había ganado la ingratitud del pueblo. A su paso no recibía más que insultos. Los rebeldes la llevaron al castillo de Lord Leven, con el pretexto de protegerla, pero la retienen presa allí un año. En ese momento estaba embarazada y pierde al niño que esperaba.
Después de muchas presiones, en 1567, decide abdicar en su hijo Jacobo VI, dejando como regente a su hermanastro. Pero éste logra arrebatarle la Corona .
María sigue sin rendirse y en 1568 logra huir de la prisión del castillo y vuelve a levantarse en armas. La batalla definitiva es la de Langside, donde María lo pierde todo, los pocos leales que le quedaba le aconsejan que se refugie en Francia, sin embargo ella decide irse más cerca y pedirle asilo a su prima en Inglaterra.
Con un poco de recelo dado que Isabel I sabía que María tenía aspiraciones para hacerse con su trono, la acoge en palacio.
En 1569 hay algunas negociaciones para que María pueda recuperar Escocia, a cambio, debería abandonar el catolicismo, entregar algunos bienes y dejar de ser aliada de Francia, sin embargo María seguía confiando en que llegaría ayuda precisamente de allí y de la España de Felipe II para ayudarla. María además comienza a conspirar contra su prima y en 1570 la descubren, por lo que la Corte pide su ejecución por alta traición.
Isabel, de momento la encierra, aunque no era el típico encierro en una torre, vivía con todo lujo de detalles, eso sí, sin salir de la corte y permanentemente vigilada.
Después de 18 años de cautiverio , en 1586, sale a la luz la conspiración de Babington para asesinar a Isabel I y restaurar el trono católico con María Estuardo al frente, al descubrirse, todos los nobles ponen a la cabeza de la conspiración a la reina escocesa, así que Isabel ya tenía una excusa para acabar con ella.
Es condenada a muerte el 15 de octubre de 1586, por un tribunal, aunque Isabel al principio se resiste a firmar la sentencia pues piensa que el pueblo o los nobles escoceses, pudieran tomar represalias.
Finalmente es ejecutada una mañana de febrero de 1587, decapitada en el castillo de Fotheringhay, siendo un proceso difícil, pues se dice que la cabeza no se despegaba del cuerpo y hubo que asestar tres hachazos.
Al principio la reina es enterrada en la catedral de Peterborough, pero años después se la traslada a la catedral de Westminster, junto a Isabel I, por orden de su hijo Jacobo VI, que heredaría la corona de Inglaterra.
La vida de esta mujer ha sido llevada a la gran pantalla, a la música y a la literatura en varias ocasiones siendo un personaje muy admirado por la complejidad de su vida. Muchos la consideran incluso mártir de su causa.
Escocia permaneció independiente hasta el año 1707, aunque el 1606 Jacobo VI finalmente heredaría la corona de Inglaterra por considerarse el mejor candidato de entre los posibles sucesores a la muerte de Isabel I sin descendencia (sería Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra). Se unen los reinos, y en 1707 el parlamento con el Acta de Unión, pasándose a llamar Reino de Gran Bretaña.