<<Haz que cualquier cosa que toque con mi cuerpo se convierta en amarillento oro>> Metamorfosis XI, 103-104
Midas, rey de Frigia, se convertiría en unos de los personajes más famosos de la antigüedad por su don de convertir en oro todo lo que tocaba, y cuyo mito dio forma Ovidio en sus Metamorfosis.
Pero nuestros lectores se preguntarán qué hay de mito y qué hay de realidad en esta leyenda tan popular. ¿Quién era el rey Midas? ¿Existió de verdad?
Comencemos por el mito.
El mito del rey Midas
Aunque la leyenda había circulado de diferentes formas, es el poeta Ovidio en sus Metamorfosis, el que deja por escrito la historia de este rey de la región de Frigia.
El rey Midas vivía en la región de Frigia rodeado de riquezas, en un gran palacio donde abundaban las rosas que se decía, tenían sesenta pétalos. Tenía una hermosa hija llamada Zoe.
A pesar de contar con todo lo que quería, Midas era codicioso y no había nada más importante para él que el oro.
El rey, gracias a la ayuda de unos campesinos, logra encontrar a Sileno, una divinidad con forma humana, un viejo sabio que había sido ayo del mismísimo Dioniso en su juventud, y al que el dios había perdido durante unos días en lo que ambos disfrutaban de un descanso en su reino.
Para agradecer a Midas el regreso del viejo a su lado, y las muchas atenciones, el dios del vino, concede un deseo al rey. Y como hemos explicado antes, pedirá que se convierta en oro todo lo que él toque.
El deseo es concedido y el rey va convirtiendo en oro todo lo que se encuentra a su paso, la rama de un árbol, una piedra, fruta, e incluso el agua del río.
Pero su deseo se vuelve contra él, pues cada vez que va a comer, los alimentos se convierten en fino oro y no le permiten alimentarse, esto mismo sucedía con el agua cada vez que tenía sed.
Triste, se dice que al querer consolarlo su hija y abrazarlo convierte a ésta también en el noble metal.
A punto de morir de hambre, y arrepentido, pide perdón a Dioniso, y éste accede a retirarle el don, no sin antes pasar por un proceso de purificación en el río Pactolo (en la región de Lidia).
En sus aguas se sumerge y se desprende de su antiguo deseo, que lejos de hacerle feliz, lo estaba llevando a la ruina y a la muerte.
Así, se ve despojado el rey del oro, que pasa a formar parte de las profundidades del río en forma de miles de pepitas. Toma también un cubo de agua que echa por encima de su hija, volviéndo a convertirse ésta, en la niña que era.
La leyenda dice, que a partir de entonces, se despoja de todo lo material y se retira a un bosque a vivir con su hija.
En las Metamorfosis sin embargo, se afirma que sigue siendo rey de Frigia, y nos adentra en otro mito, en el que Midas juzga un enfrentamiento entre Apolo y Pan, cuando ambos rivalizaban como músicos.
Es en el bosque el lugar donde se enfrentan los dioses, Pan tocando la flauta y Apolo la cítara.
Otro dios, Tmolo (personificación de la montaña del mismo nombre y marido de la difunta Órfale, reina de Lidia) nombra ganador a Apolo y Midas, sin ser preguntado contradice el veredicto; ante tal insolencia, el propio Apolo, convierte sus orejas en orejas de asno, avergonzado, el rey trata de esconderlas bajo su gorro frigio, sin embargo su peluquero lo descubre, y según nos cuenta Ovidio, el criado no puede callárselo, pero tampoco decirlo a viva voz, así que se va al bosque y cavando un hoyo, dice muy bajito lo que ha pasado, ocurriendo lo siguiente:
<<allí empezó a alzarse un bosque repleto de temblorosas cañas, y, tan pronto como maduró al cumplirse un año, traicionó al campesino, pues movido por un suave austro, repite las palabras enterradas, y da publicidad a las orejas de su dueño>> Metamorfosis, XI, 190
Aquí termina el relato que nos ha llegado por Ovidio, y los datos que nos han llegado del mito del rey de Frigia.
¿Existió Midas? La historia del rey de Frigia
Para hablar de la existencia real del mito tenemos que remitirnos a la antigua región de Frigia.
Frigia, deriva del antiguo pueblo de Brigia , de la región de Macedonia, que decidió emigrar y asentarse en la Península de Anatolia, en Asia Menor, ocupando buena parte de la actual Turquía, y aquí tomaron el nombre de Frigia. Era una tierra próspera, que destacaba por la agricultura debido a las abundantes lluvias de las montañas que la rodeaba. Era, además, una zona de paso para varias rutas comerciales.
Profesaban una religión de distintos ritos, que influyeron en griegos y romanos, y que ha llegado a nuestros días con el símbolo de su gorro, el gorro frigio símbolo de libertad (utilizado por los esclavos liberados romanos y más tarde como símbolo de la revolución francesa).
Herodoto en sus Nueve libros de historia es el primero en escribir o nombrar al rey Midas, quien dice era hijo de Gordio (nombre también de la capital de Frigia), y poseía grandes riquezas (en concreto cuenta la entrega de una ofrenda en el templo de Delfos, de un trono de plata y oro, digno de ver, afirmando así las riquezas del monarca).
Gracias a los escritos de Eusebio de Cesárea, podemos afirmar que el rey Midas, fue un personaje histórico real, que reino en Frigia aproximadamente entre los años 740 al 695 a.C.
No son los únicos documentos que lo corroboran, pues existen también unos legajos orientales en los que se nombra la existencia de un rey llamado Mittaa, que dominaba la región de Mushki (Frigia).
El mito probablemente se ve entremezclado con algunas realidades de la región, ya que siempre se dijo que los reyes frigios poseían inmensas riquezas debido a las abundantes minas de oro que en el lugar se hallaban.
Además, fue un reino donde la música era parte importante de la misma, y esencial para la historia de la música hasta nuestros días llegándose a hablar del “modo griego frigio” del que descendería el gregoriano. Aquí le veríamos sentido entonces a la parte de la fábula en el que Midas es juez de la disputa musical.
Durante la época en que reinó Midas, el reino de Frigia se hallaba en continuos enfrentamientos con el Imperio Asirio, al que quería conquistar, uniéndose a esta lucha con el reino de Armenia.
Años después, y asumiendo que no llegaban a ninguna parte, viéndose además el reino frigio amenazado por otras regiones, decide firmar la paz con Asiria y ponerse bajo su protección.
Poco más nos ha llegado de la vida de este rey, algunos datos sugieren que su fin llegó cuando el pueblo cimerio (procedente de Rusia) invade la región y al verse sitiado decide suicidarse tomando veneno.
El hallazgo de la tumba del Rey Midas.
En la región de Gordio, antigua capital de Frigia -ahora llamada Gordión- se halló en los años 50 (por estudiosos de la universidad de Pensilvania) una tumba, precisamente en el lugar llamado montículo de Midas, por lo que los arqueólogos se encontraban ante el posible descubrimiento del túmulo del mítico rey.
En el exterior, una pared de unos 17m de altura con dibujos geométricos tallados en la roca. Probablemente también consagrado a Ceres, una de las diosas a la que mayor importancia se daba en la zona.
Tras los muros, un ataúd de madera, con unas condiciones de conservación muy buenas, en cuyo interior yacía el cuerpo de un hombre elegantemente vestido, rodeado además de numeroso mobiliario que le acompañó en su último viaje. La disposición del ajuar y la rica ornamentación no dejaban lugar a dudas de que la tumba pertenecía a un personaje de noble linaje.
Los estudios posteriores en laboratorio fijaron la fecha en el s. VII a. C, por lo que conincidiría con la fecha de la supuesta muerte de Midas.
La importancia de la tumba nos lleva además a un hecho muy curioso, en ella, se conservaban las piezas de una vajilla, con restos de comida fosilizada. Pertenecen a lo que llamamos “ágapes funerarios” es decir, una comida en honor al difunto que se celebraba en la propia tumba, éstos ágapes son descritos en las más famosas obras de la antigüedad, como La Ilíada, o La Odisea, y los restos hallados aquí, nos dan fe de que tal cual se contaba, tal cual sucedía.
Existe de hecho un estudio americano que se realizó a raíz de este hallazgo, estudiando los restos encontrados, que alimentos los componían (carne, vino, cerveza …) y de que manera estaban cocinados, y lo compararon con las obras homéricas citadas. Por lo tanto cabe decir que el hallazgo de esta tumba representa un gran descubrimiento para la historia en muy diferentes aspectos.
Sin embargo varios historiadores no tienen claro si perteneció realmente al rey Midas, por lo que a día de hoy siguen las investigaciones y las excavaciones, de uno de los misterios más famosos de la historia.