Nos trasladamos al S.XVII español, de todos sabido, fue llamado el siglo de oro de las artes y las letras, pues una importante proliferación de grandes artistas y escritores llenaban el país convirtiéndolo en un referente cultural para el resto de Europa.
En Madrid, capital del reino, un joven Felipe IV enamorado de las artes y sobre todo de las escénicas, se enamoraría también, de una joven actriz llamada María Calderón, conocida por todos como “La Calderona”.
El rey Felipe IV, llegaría al trono a la temprana edad de 16 años, en 1621, tras la muerte de su padre Felipe III; aunque inteligente, el joven rey se despreocupaba de los asuntos de la Corona, y pensaba más en las juergas, la caza, y los placeres de la carne, delegando su confianza en su valido, el Conde Duque de Olivares.
En efecto, Felipe IV, tenía podría decirse, adicción al sexo, se le conoce como el rey que más hijos ha tenido en la historia de España, de ellos, 13 legítimos, de los cuales, solamente tres llegaron a la edad adulta: la princesa Margarita de Austria, María Teresa de Austria, y el malogrado Carlos, que sería el rey Carlos II, último de los Habsburgo. El primogénito Baltasar Carlos, moriría a la edad de 16 años y los restantes no pasarían de la niñez.
Pero a éstos, hay que sumarle los hijos bastardos, que según algunas fuentes podían llegar a la treintena.
Entre sus amantes, toda clase de mujeres, varias nobles y según se dice, tuvo incluso un tórrido romance con una novicia del convento de San Plácido en Madrid, para visitarla de incógnito se dice que hizo construir un túnel desde palacio hasta el convento.
Sin embargo, sus romances no ocupaban todo su tiempo. Era mecenas de las artes, teniendo gran pasión por la literatura, por lo que creará una Academia literaria en la Corte. En sus fiestas y reuniones en palacio, gustaba de rodearse de escritores de la talla de Quevedo, Calderón de la Barca o Francisco de Rojas entre otros.
Pero su pasión sin duda fue el teatro, tanto él como el resto de la familia real, disfrutaban de representaciones privadas en palacio.
Tal era la obsesión del rey, que el 1626, llama al arquitecto italiano Cosme Lotti (afincado en Florencia), para hacer de una estancia de palacio un teatro privado, llevándose a cabo y quedando tan complacido el rey que lo contrata como arquitecto de la corte y escenógrafo (hablamos del Palacio del Buen Retiro, ya desaparecido)
El pueblo de Madrid, también disfrutaba del teatro en los muy populares corrales de comedia. A estos acudía de incógnito su majestad para poder disfrutar más si cabe de su gran afición.
Es precisamente aquí, en el año 1627, donde conoce a María (en el llamado Corral de la Cruz) estando ella actuando en una obra, se queda prendado y con la excusa de felicitarla personalmente se cita con ella en su camerino.
María Inés Calderón, La Calderona, fue abandonada al nacer a las puertas de la casa de Juan Calderón (no confundirlo con Calderón de la Barca), un hombre vinculado al teatro. Era prestamista y se encargaba de preparar todo cuando una compañía se acercaba a Madrid a representar una obra. Juan acogerá a María y la adoptará como hija, por lo que ésta crece rodeada de este mundo, lo que le lleva a desarrollar su faceta de actriz, llegando a ser de las más valoradas en su época.
Parece ser que destacaba más por su gracia en el escenario que por su belleza en si, pero tenía fama, como todas las actrices de la época (una profesión no muy bien vista) de su promiscuidad.
A sus 16 años estaba casada con Pablo Sarmiento, mantenía una relación de amantes, con el duque de Medina Torres viudo de la hija del Conde Duque de Olivares, y muy aficionado al teatro.
La noche de la representación, el rey comenzaría a cortejarla, siendo rechazado en principio por la actriz, dado que ésta ya tenía al mencionado amante, pero tras mucho insistir el monarca, por fin accedió a tener citas con él.
A partir de entonces se convirtió en amante “oficial” del rey, y en la comidilla de la corte.
Se dice que el rey le pidió que abandonara los escenarios, algo que nunca hizo, pues su profesión era además, su pasión.
También se ha sabido que abusaba un poco de su condición de amante y tenía exigencias hacia el rey.
Los mayores espectáculos de los que disfrutaba la corte y el pueblo se celebraban en la Plaza Mayor de Madrid, y la Calderona pidió poder ver un espectáculo presidido por los monarcas, de una forma privilegiada, así que el rey la situó en uno de los palcos principales.
Esto ocasionó un descomunal enfado de la reina (Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe) que inmediatamente pidió que la bajasen de ahí.
Para enmendar esta humillación, el rey le regaló entonces un balcón, más discreto, al que el pueblo llamó el balcón de la Marizápalos (nombre que viene de un baile que solía interpretar en los escenarios).
El romance duró aproximadamente dos años. De él nacería un niño, en 1629, Juan José de Austria, lo que pondría fin a la relación. Bautizado en principio como Juan, hijo de la Tierra (apellido que se le ponía a todos los niños sin padre conocido).
El niño sería separado de su madre y dado a un matrimonio que lo cuidaría en nombre del rey, manteniéndolo éste.
En 1642, el rey decide reconocerlo como hijo, pasándolo a la corte y educándolo como a un príncipe.
Ese mismo año, obliga a María a ingresar en un convento, concretamente en el convento de san Juan Bautista de Valdefermoso de las Monjas, en le Alcarría. Llegaría a ser abadesa. Triste destino para quien estaba acostumbrada a ser el centro de atención, y había gozado de gran fama por la capital. Destino por otra parte en el que habían terminado otras amantes del rey.
Algunos historiadores hablan de una segunda hija, llamada Luisa, metida también a monja a temprana edad.
Juan José de Austria, que nació el mismo año que el príncipe Baltasar Carlos (primer heredero de Felipe IV, pero muerto a los 16 años), llegó a ser un gran político y militar, nada que ver con el heredero Carlos (que sería Carlos II), podemos decir que fue como Juan de Austria en sus tiempos, ganando grandes batallas en Nápoles y reconquistando Barcelona, era además muy inteligente y aprendía rápido.
Luchó con Mariana de Austria (segunda esposa de Felipe IV), por heredar la regencia cuando Felipe IV fallece, pero el resultado fue la subida al trono de Carlos II y Juan José se conformó con ser su valido, aunque no por mucho tiempo pues murió al año siguiente, en 1679.
Además de los datos históricos, se cuentan algunos detalles que no está claro si son precisamente historia, o leyenda.
Se dice por ejemplo que estando La Calderona un día en la cama con el Duque de Medina de la Torres, apareció el rey, poniéndose tan celosos que lo intenta matar con un cuchillo y éste tiene que huir desterrado. Fue un triángulo amoroso durante un tiempo.
También dice la leyenda que como Juan José y Baltasar Carlos nacieron en fechas muy próximas el rey cambió a los bebés en las cunas (teoría muy difícil de sostener).
Varios historiadores sostienen la idea de que La Calderona verdadera no era María si no Juana su hermana.
Rezaba así, una de las coplas que se cantaban por Madrid en la época:
<<Un fraile y una corona,
un duque y un carterista,
anduvieron en la lista
de la bella Calderona>>